domingo, 11 de octubre de 2015

Caminando por el cielo



Nunca fui una amante de la lluvia, de hecho odio los días sin Sol, la falta de color, el frío, las tardes encerrada casa. Sin embargo, algo pequeño, efímero como la caída de una gota de agua, ha ido calando en mí sin darme cuenta, sin que haya sido capaz de identificar lo que sucedía hasta que ya se había instalado por completo.