martes, 5 de noviembre de 2013

Encuentro

El águila siguió allí escondida, dentro del tronco vacío, recuperándose de sus magulladuras y observando la tranquilidad de aquel claro del bosque. La mayoría del tiempo permanecía vacío y soleado, ella disfrutaba de aquellos días; otras veces, una suave llovizna lo llenaba todo de una fina capa de humedad a la que el águila se resignaba no sin cierta desgana.