domingo, 28 de diciembre de 2014

Volví.


=> "A ti."

Mientras mi querido amigo el muñeco de esparto se encargaba de escribir con parsimonia aquella frase inolvidable que por fin me ayudaría a llegar hasta el mago, no podía dejar de observar con curiosidad mi pequeña caja de música. Por cada vuelta que daba entre mis manos, me preguntaba si aún podría guardarme otra nueva sorpresa y a la vez no podía darle sentido a cómo llegó tan extraño objeto a las manos de aquel viejo buhonero, y más aún, cómo supo adivinar que yo debía ser su nueva dueña. Sea como fuere, preferí no pensar demasiado en ello porque, puestos a dudar, realmente todo aquello carecía de algún sentido aparte de aquel que yo decidí darle en cuanto me desperté de aquel sueño sin fondo, en mi torre en el mar, junto a la muñeca que tan pacientemente esperaba mi regreso.