Escrita en colaboración con Pepe G. Cervera, escritor del blog "Impredeciblemente en Blanco y Negro".
Yo soy un hombre normal, creía ser normal, sin destacar en nada aparentemente, sólo creía lo que mis ojos veían, para mi no había más mundo más allá de las fronteras de nuestra aldea, sin más rumbo que mi rutina diaria, despertar del que podía ser un bonito sueño, desayunar lo que seguramente sería mi único alimento del día, sentir el abrasador sol africano sobre mis hombros, luchar porque la llama de la inocencia nunca se apagara de los ojos de mis hijos y, si continuaba vivo, volver a dormir para lidiar con esta vida que me había tocado en suerte vivir.