lunes, 20 de mayo de 2013

Like a lady with pipa.

Hoy estoy haciendo algo que, por my tonto que parezca, no lo he hecho en mi vida: me he puesto a escribir en un banco. La gente se preguntará qué hace una chica con una libreta roja, muy concentrada, escribiendo en un banco a pleno sol de las cuatro de la tarde. Bueno… pues es… divertido.



Tengo que decir que para esta entrada me ha servido de inspiración una chica que cuelga vídeos en vlogger (sí, con v) que se llama “Melo”; y también el reconocido autor de "Impredeciblemente: en blanco y negro", que fue quien me dio la idea para poner este título. Y, dado que él ya me ha hecho publicidad de este nuestro querido blog en varias ocasiones, pues ahí va un poco de publicidad subliminal.
En fin, que hoy voy a daros cinco momentos clave en los que me siento “Like a lady with pipa”, es decir, esos momentos en los que me siento feliz y realizada. Ya me diréis si os sentís identificados y soy un perro verde…

1.       Cuando me salgo con la mía (por pura suerte o azar del destino), por ejemplo: Estás con un amigo y  ambos estáis indecisos sobre qué hacer y tú dices: “No sé, allá tú” o “No sé, a mi me da igual”. Claramente ese “no sé”… en realidad sí lo sabes pero tampoco es plan de ponerte a mandar como un poseso. El caso es que al final tu amigo decide proponer eso que sí sabías y piensas… “Ohggg soy una crack de la incitación”.

2.       Cuando corrijo y/o dejo sin palabras a un profesor. Al principio, cuando te das cuenta del fallo, frunces el ceño y (yo, por lo menos) piensas: “¿De verdad es eso así?” Y tras darle vueltas te indignas y llamas al profesor para que te eche cuenta, pero el tío sigue a lo suyo y lo único que consigue es indignarte más, así que vuelves a llamarlo. Y cuando por fin le explicas el problema se suceden unos segundo de tensión en los que se te pasa de todo por la cabeza: “¿Habré dicho una soberana tontería?” “¿Si solo me he dado cuenta yo… estará eso realmente mal?” De repente el profesor te mira muy serio y te da la razón mientras corrige. Eso sí es sensación de superioridad.

3.       Cuando el perro de algún conocido está dando vueltas por cualquier sitio y su dueño lo llama pero el perro no le hace ni caso, Y entonces te salta la vena de “encantador de perros” y lo llamas o le haces un gesto y el perro se acerca a la primera… Aquí me entran ganas de decirle al dueño: “OHHH YEAHH”.

4.       Por supuesto, yo, como mujer que soy, un piropo… eso siempre sube la moral, por favor. A lo mejor un piropo de estos que sabes que en realidad lo han dicho por decir no, pero cuando no estás acostumbrada a que cierta persona te diga algo bonito… se queda una haciéndose la indiferente, pero por dentro te sientes bien, las cosas como son.

5.      La mejor sensación de todas, cuando llega el verano, acaban las clases, te despiertas a la hora que te da la gana y justo cuando abres los ojos te das cuentas de que es lunes pero no tienes que hacer ni el huevo. Osea, que lo único que te falta es cruzar los brazos sobre la cabeza y reírte del lunes. Qué gran sensación.

Pues mira, hablar de esto me ha alegrado la tarde y, si no te has sentido identificado, me contento con que al menos se te hayan venido a la cabeza cosas que te hayan hecho sentir “like a lady/sir with pipa”.

3 comentarios:

  1. Eh, sale mi blog!!!! Jajaja
    Me gusta este estilo–semiplagiado del mío–, a lo libre albedrío (y el monigote de la "Lady with pipa" jajaja)

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  2. Es que esta no es una entrada a lo literario era más coloquial entonces no puedo escribirla igual jajaja el monigote es de alto standing

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  3. Oye, Martuchi, que me ha encantado pero eso de no hacer ni el huevo... ve acostumbrándote a hacerlo a partir del verano ke tu madre trabaja. Me ha gustado mucho.

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