Desde que tengo uso de memoria,
los mayores siempre me han recordado lo importante que es tener un proyecto
futuro ¿A quién no le han preguntado
nunca qué quiere ser de mayor?
El otro día, iba charlando con
unos amigos y salió este tema. Me percaté de que normalmente, cuando uno piensa
en un proyecto futuro le vienen a la cabeza cosas como tener un buen coche, una
casa con piscina, el trabajo de sus sueños… es decir, cosas materiales que
supuestamente creemos que nos dan la felicidad.
Pero qué tontas somos las personas
¿De verdad es eso lo que nos da la felicidad? ¿Necesitamos una casa con piscina
para sentirnos realizados en la vida? Y llegados a este punto pregunto: ¿No
seríamos mucho más felices teniendo salud y amor del bueno?
Desde mi punto de vista, todo se
reduce a eso y lo demás es secundario. Claro que es importante marcarse un
objetivo, luchar por nuestros sueños y poder valernos por nosotros mismos en la
vida pero si no evitamos tener una mala salud ¿de qué sirve tener un gran
empleo que puede reemplazarse por una cama de hospital si no nos cuidamos?
Y mucho más importante: ¿De qué
sirve todo el dinero del mundo si no tenemos a personas cerca que se preocupen
por nosotros, nos aconsejen y nos apoyen cuando lo necesitamos? ¿De qué sirven
todos los bienes del mundo si no tenemos amor en nuestras vidas?
Ya decía Ortega que la vida del
hombre se encuentra en continua “futurización”, siempre pensamos de cara al
futuro que queremos para cada uno de nosotros, lo que creemos que es mejor.
Hasta cuando alguien está a punto de morir se pregunta si habrá algo después de
la muerte o si estarán bien las personas que deja atrás. Es algo
irremediablemente humano pero tal vez deberíamos pensar en lo que de verdad nos
va a hacer felices antes de pensar en lo que nos hace felices en un determinado
momento.
Sé que en realidad da igual lo
que yo escriba porque no nos damos hasta que nos pasa; sin contar que el hombre es el único
animal que tropieza mil veces con la misma piedra y nunca aprende del todo que
esa piedra no es buena.
¿Mi consejo? No actúes en función
de tu meta material, fija tu meta en las cosas que de verdad importan y lucha
por ellas para que así, cuando eches la vista atrás, te guste el camino por el
que has pasado y te aporte el empuje necesario para afrontar el paisaje que
tienes por delante.
Por mi parte, de mayor no quiero
ser escritora de éxito, ni directora de hotel, ni “trotamundos”; quiero ser
amada por aquellos que me importan, y lo demás es secundario.
Buena entrada, me gusta :) En cuanto los sueños bueno, desde luego me encantaría ser escritor de éxito ¿sabes? Pero no no me serviría de nada sino tuviera a gente que me quiere a mi lado y eso por fortuna no me falta :)
ResponderEliminarRealmente opino que es una buena entrada muy reflexiva, me ha gustado sí :D
Gracias ramon jajaja me alegro de que haga reflexionar, es lo que pretendia :)
EliminarTú harás que te amen. Nunca te faltarán personas que te quieranmporque tú te haces querer
ResponderEliminar