viernes, 31 de mayo de 2013

Error humano


Desde que tengo uso de memoria, los mayores siempre me han recordado lo importante que es tener un proyecto futuro  ¿A quién no le han preguntado nunca qué quiere ser de mayor?

El otro día, iba charlando con unos amigos y salió este tema. Me percaté de que normalmente, cuando uno piensa en un proyecto futuro le vienen a la cabeza cosas como tener un buen coche, una casa con piscina, el trabajo de sus sueños… es decir, cosas materiales que supuestamente creemos que nos dan la felicidad.

Pero qué tontas somos las personas ¿De verdad es eso lo que nos da la felicidad? ¿Necesitamos una casa con piscina para sentirnos realizados en la vida? Y llegados a este punto pregunto: ¿No seríamos mucho más felices teniendo salud y amor del bueno?

Desde mi punto de vista, todo se reduce a eso y lo demás es secundario. Claro que es importante marcarse un objetivo, luchar por nuestros sueños y poder valernos por nosotros mismos en la vida pero si no evitamos tener una mala salud ¿de qué sirve tener un gran empleo que puede reemplazarse por una cama de hospital si no nos cuidamos?

Y mucho más importante: ¿De qué sirve todo el dinero del mundo si no tenemos a personas cerca que se preocupen por nosotros, nos aconsejen y nos apoyen cuando lo necesitamos? ¿De qué sirven todos los bienes del mundo si no tenemos amor en nuestras vidas?

Ya decía Ortega que la vida del hombre se encuentra en continua “futurización”, siempre pensamos de cara al futuro que queremos para cada uno de nosotros, lo que creemos que es mejor. Hasta cuando alguien está a punto de morir se pregunta si habrá algo después de la muerte o si estarán bien las personas que deja atrás. Es algo irremediablemente humano pero tal vez deberíamos pensar en lo que de verdad nos va a hacer felices antes de pensar en lo que nos hace felices en un determinado momento.

Sé que en realidad da igual lo que yo escriba porque no nos damos hasta que  nos pasa; sin contar que el hombre es el único animal que tropieza mil veces con la misma piedra y nunca aprende del todo que esa piedra no es buena.

¿Mi consejo? No actúes en función de tu meta material, fija tu meta en las cosas que de verdad importan y lucha por ellas para que así, cuando eches la vista atrás, te guste el camino por el que has pasado y te aporte el empuje necesario para afrontar el paisaje que tienes por delante.


Por mi parte, de mayor no quiero ser escritora de éxito, ni directora de hotel, ni “trotamundos”; quiero ser amada por aquellos que me importan, y lo demás es secundario.

3 comentarios:

  1. Buena entrada, me gusta :) En cuanto los sueños bueno, desde luego me encantaría ser escritor de éxito ¿sabes? Pero no no me serviría de nada sino tuviera a gente que me quiere a mi lado y eso por fortuna no me falta :)
    Realmente opino que es una buena entrada muy reflexiva, me ha gustado sí :D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias ramon jajaja me alegro de que haga reflexionar, es lo que pretendia :)

      Eliminar
  2. Tú harás que te amen. Nunca te faltarán personas que te quieranmporque tú te haces querer

    ResponderEliminar