domingo, 28 de diciembre de 2014

Volví.


=> "A ti."

Mientras mi querido amigo el muñeco de esparto se encargaba de escribir con parsimonia aquella frase inolvidable que por fin me ayudaría a llegar hasta el mago, no podía dejar de observar con curiosidad mi pequeña caja de música. Por cada vuelta que daba entre mis manos, me preguntaba si aún podría guardarme otra nueva sorpresa y a la vez no podía darle sentido a cómo llegó tan extraño objeto a las manos de aquel viejo buhonero, y más aún, cómo supo adivinar que yo debía ser su nueva dueña. Sea como fuere, preferí no pensar demasiado en ello porque, puestos a dudar, realmente todo aquello carecía de algún sentido aparte de aquel que yo decidí darle en cuanto me desperté de aquel sueño sin fondo, en mi torre en el mar, junto a la muñeca que tan pacientemente esperaba mi regreso.

martes, 11 de noviembre de 2014

A ti.

Me había olvidado por completo de la existencia de aquel pequeño muñeco de esparto. Aquel que antaño lucía siempre una sonrisa, aquel cuya alma resplandecía más que el Sol, el ser más optimista que en mi vida hubo sobre la faz de la Tierra; ahora intentaba protegerse inútilmente de mí entre unas temblorosas manos de trapo, inmensamente distinto tras mi ausencia.
-Eh, soy yo ¿No me recuerdas? Vamos, no voy a hacerte daño.- susurré con la voz más suave que pude, temiendo que una sola nota discordante lo rompiera en pedazos.

miércoles, 22 de octubre de 2014

La Lista Negra


Hoy quiero hablar de un pedazo de mi alma, en concreto, el pedazo más oscuro, más borroso y el más odiado (al menos por mí) de todos los pedazos oscuros, borrosos y odiados que puedo tener. Es por eso que he decidido reducir su contenido a una Lista Negra: mis peores defectos, ordenados y expuestos a la luz gracias a mis palabras por esta vez, y no por mis actos, como es de costumbre.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Muy cerca.



De todos los sucesos sorprendentes que había experimentado desde mi despertar -como encontrar una cajita de música encantada, derrotar a una tormenta o volar sobre el mar- fue aquel momento, sin duda, el que aún concibo como el más mágico, bello e inolvidable de todos:

martes, 26 de agosto de 2014

El libro en blanco


Tras perder unos cuarenta minutos de mi vida observando una hoja en blanco, queriendo escribir y, como tantas muchas veces, no logrando encontrar algo concreto para hacerlo, había decidido desistir por hoy, ya que tampoco quería desorientarme en reflexiones lúgubres, resquicios del pasado, frases de “libro de autoayuda” y temas por el estilo. Sin embargo, en un intento casi desesperado por encontrar algo que realmente me aporte la motivación que necesito para poder escribir como me gusta más últimamente: con el alma; decidí probar suerte con una acción tan sencilla como buscar en Google “frases que inspiran para escribir” y, entre muchas frases para mi gusto superficiales, encontré esta:

lunes, 28 de julio de 2014

Solo un susurro.



Quizás, si el viejo y llamativo buhonero no hubiera puesto aquella pequeña caja de música entre mis manos, nunca hubiera reparado en ella. Aquella cajita parecía recién sacada de uno de mi muchos sueños, en su tapa color arena aparecían dibujados en tonos marrones la silueta de un águila a lo lejos, sobrevolando una montaña cubierta por un bosque frondoso y, más allá, otra silueta mayor, la de un lobo que se aproximaba a la montaña.

martes, 22 de julio de 2014

La corriente supera a la piedra.



Estos últimos días me he percatado de lo crudamente verdadera que puede llegar a ser la frase “El ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra” (y tres, y cuatro...). Siendo sincera, no solo me tropiezo con un tipo de piedra, las hay de cualquier forma y tamaño, pero solo hay una piedra sobre la que necesito escribir hoy: la fe en los demás, un concepto que puede considerarse una virtud y no un obstáculo, y que a veces ni yo misma sé qué sentido darle; un concepto, en definitiva, que para mí engloba todo aquello relacionado con el optimismo hacia las personas, la confianza en que reparen en una persona como yo, que muchas veces pasa desapercibida, la esperanza en que algunos se acerquen y traspasen el fino muro que me separa del resto del mundo, el mismo muro que yo misma intento traspasar, cada vez con más miedo por si esa persona a la que intento acercarme me vuelve a empujar dentro de este.

jueves, 3 de julio de 2014

Te sentí.



Mientras mantenía los ojos cerrados, disfrutando del sol en mi rostro y sintiendo cómo las telas de mi vestido blanco comenzaban a secarse y a separarse de mi cuerpo, pensé que así, con el mar en calma, el silencio imperante y aquel calor tan reconfortante, sería capaz de pasar el resto del día allí sentada entre la yerba y las pequeñas flores que apenas temblaban con la brisa marina; la verdad es que no recuerdo exactamente cuánto tiempo permanecí allí, con la mente navegando por un mar de plata, que casi consiguió arrastrarme de vuelta a la niebla, cuyas ondulantes y sugerentes brumas parecían llamarme una y otra vez.

martes, 1 de julio de 2014

Ama


Otra vez me encuentro en mi morada nocturna para poder escribir adecuadamente de algo que casi exige que sea escrito en la calma de la noche, a la luz de las estrellas. Es algo de lo que hablan miles de canciones, miles de historias e incluso miles de miradas y miles de abrazos, sí, probablemente ya lo habréis adivinado: el Amor.

jueves, 26 de junio de 2014

Triste.



Por un instante, mientras sobrevolaba las olas, cada vez más embravecidas, dudé seriamente si introducirme en aquella masa de nubes oscuras que parecían mantenerse unidas por lazos de centelleantes relámpagos sería la mejor opción. Busqué al águila con la mirada y vi que no se había separado de mí ni un ápice, su vuelo era firme, como su mirada fija en el frente. Decidí que si ella no tenía miedo, yo tampoco debía tenerlo; sin embargo, no pude evitar sentir cómo en mi interior comenzaba a formarse mi propia tempestad.

lunes, 23 de junio de 2014

Lunática


Finalmente, después de todo un año, comienzan a contarse los días hasta el verano. Y con él, por fin puedo retomar mis queridas entradas escritas a altas horas de la noche, sentada en mi pequeño remanso de paz personal (mi terraza), con música tranquila de fondo, mirando al cielo y agradeciendo cada caricia de viento, como si la misma noche me saludara desde la lejanía.

jueves, 19 de junio de 2014

Bella.



Salté con los brazos extendidos, mientras el viento enredaba mis piernas entre los pliegues de la suave tela blanca del vestido que cubría mi cuerpo, en el que hasta aquel momento no había reparado porque, a pesar de la calma transmitida por mi pequeña muñeca de porcelana, mi mente no había cesado de mantenerse en ebullición- en un tumulto de pensamientos tanto tristes como esperanzados. Pero en aquel instante, cuando me encontraba a media distancia entre la ventana de piedra y las rocas que las olas engullían de forma incesante, deduje en medio segundo que debía mantenerme con vida antes siquiera de empezar a buscar al mago, y el hecho de estar cayendo hacia las rocas no iba a ayudarme a conseguirlo, de igual forma, tampoco me supondría una gran ayuda imaginar fatídicos finales en los no conseguía llegar a él a tiempo.

lunes, 16 de junio de 2014

A mi bela



Como intentando viajar hacia atrás en el tiempo, a través de los años, a través de las lágrimas y las risas, las decepciones y los sueños, cerré los ojos y me sumí en la calma de la silenciosa oscuridad. Caminé por los rincones de mi mente, por tantos recuerdos que se superponen entre rostros más o menos amables y fechas que se repiten cada año pero nunca de la misma manera.

jueves, 12 de junio de 2014

En el mar.



La voz del mago seguía haciendo eco en mi corazón aún pasados unos minutos en los que permanecí inmóvil y estupefacta mientras intentaba inútilmente pensar con claridad, como si sus palabras retumbaran en las paredes de una cueva que era mi corazón y, como tal, parecía vacío y frío, pero latiendo.

lunes, 9 de junio de 2014

Encuéntrame si puedes


Existen días de mi vida que deberían ser borrados del mapa, deberían esfumarse como deseo que se esfumen las dudas de mi cabeza que, como nubes de tormenta, no me dejan ver lo bueno del mundo. Son esos días en los que me despierto como cualquier otro día, vivo cada momento de la cotidianidad con simple indiferencia, pienso sólo en lo siguiente que tengo que hacer para completar las horas y, de repente, cuando por fin hallo un momento para mí en el que disfrutar con lo que más me guste, reparo con languidez en que solo me apetece seguir tirada en la cama, elucubrando sobre ideas pesimistas sin fundamento, es decir, reparo en el hecho indiscutible de que estoy en un día negro.

jueves, 5 de junio de 2014

Como la niebla.



Os invito a seguir mi historia, o tal vez nuestra historia, la de él, la mía.

“Para el mago de las palabras, para el lobo del bosque, para aquel que cree y se equivoca al afirmar que únicamente soy yo la musa.”

lunes, 2 de junio de 2014

En pocas palabras.


Queridos lectores:

Sé que llevo muchos meses sin escribir una entrada en condiciones y que las últimas entradas, por muy bonitas que sean, tampoco se las puede llamar entradas; sé que me tengo que tragar mis propios consejos, que de nada sirve no escribir, que es mejor no dejarlo y ser constante porque si no... se te va, se te va el tiempo, se te van las palabras, se te va otra forma más de vivir. Todo eso lo sé, y sin embargo caigo, como cae cualquiera al suelo malamente y se queda lisiado un largo tiempo, y después de meses recuerda cómo andar y cómo andaba pero descubre con cierto temor que sus pasos se han vuelto temblorosos e inseguros; así que, queridos lectores, no tengáis muy en cuenta si mi estilo es tosco porque lo importante es lo que intento expresar.

Y hablando de “lo importante”, me gustaría volver a vosotros hablando, literalmente, de eso, “lo importante”.

jueves, 16 de enero de 2014

Mi regalo: Eternidad (2)


En la oscuridad y sin ser vista se posó en un tejado justo en frente del edificio donde aquel humano vivía. Una luz se encendió dentro y, a través de la ventana, pudo reconocerlo quitándose el abrigo con el ceño fruncido, como si el ambiente de la ciudad le resultara tan profundamente asfixiante como a ella. Comenzó a trastear algo que se encontraba fuera de su campo de visión y los suaves acordes de una guitarra se desbordaron poco a poco a través de la ventana hasta llegar a sus oídos… “and she’s buying a stairway to Heaven”. El águila cerró los ojos y se abandonó al sueño.

jueves, 9 de enero de 2014

Mi regalo: Eternidad (1)


Como si se hubiera convertido en una nueva rutina, el águila alzó el vuelo y  planeó recorriendo todos los confines del bosque, buscando al lobo blanco. Con la llegada de cada atardecer, realizaba el mismo viaje, recorriendo cada rincón de maleza con su potente vista, esperando encontrar un milagroso destello blanco del pelaje de su nuevo amigo, aunque realmente se le antojase una vieja amistad.